Francisco Fernández Pardo
Juan Antonio Llorente, español maldito
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Juan Antonio Llorente, español maldito

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Juan Antonio Llorente, español maldito. Segunda parte

Segunda parte: Llorente y la Inquisición

IX. En la boca del lobo

Juan Antonio Llorente, español maldito

32. Un extraño comisario del Santo Oficio

"Las peripecias que Llorente mantuvo con la Inquisición fueron tan enrevesadas y de tal magnitud que difícilmente pueden entenderse sin apreciarlas en su continuidad y en el complicado contexto social donde acaecieron. Este es el motivo que nos ha llevado a destinar una parte de su biografía al singular duelo que sostuvo con aquel controvertido Tribunal. La pugna llena por sí sola un gran periodo de su vida y puede decirse que, durante el tiempo que duró, otros muchos actos quedaron oscurecidos. Tal fue la tensión que rodeó el tenaz enfrentamiento.

El hecho no deja de sorprendernos desde el principio, cuando él mismo confiesa que fue comisario del Tribunal de Calahorra establecido en Logroño. Era el año 1787, pero Llorente adelanta este nombramiento al año 1785. ¿Cómo puede entenderse que tras su amistad con aquel enigmático librepensador de Calahorra y tras el vuelco mental sufrido, pudiera al poco introducirse y colaborar con un Tribunal tan siniestro? Nada más lejos a su actitud crítica y a su tolerancia que esta función. ¿Por qué asumió Llorente este cargo? Creo que por entonces no era capaz de rechazar ningún nombramiento que pudiera acarrearle honores o ventajas económicas; también es posible que lo hiciera porque acababan de resultar fallidas sus pretensiones de optar a ciertos puestos; quizás por no poca curiosidad y porque así huía de Calahorra, ciudad de pocas oportunidades para él. En este periodo de la vida de Llorente todo era bueno y santo con tal de que le aportara un beneficio. Tal actitud, bien observada por algunos coetáneos, no dejó de menoscabar su fama a lo largo de su vida.

En un desliz que quizás le traiciona confiesa que "solían pretender la comisaría los clérigos que la deseaban por genio de curiosidad (podían conocer las truculencias de" ...

Texto extraído de Juan Antonio Llorente, español maldito
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